miércoles, 19 de septiembre de 2012

El hemisferio frente a las elecciones venezolanas


 
A medida que se acerca el 7 de octubre se nota en las calles de Venezuela una fuerte corriente de renovación. Hay en el aire una sensación de cambio irreversible. El país le ha dado la espalda a un régimen desatinado, al mando de un hombre en desintegración física y mental. Es tan intenso ese modo nacional que los seguidores del oficialismo están resignándose ante lo que parece inevitable. Quienes han acumulado riquezas mal habidas durante estos 14 años, y  hay bastantes especímenes de esta fauna, hacen sus planes de contingencia: barajan países neutros o amigos, donde se pueda vivir en opulencia con el producto de su latrocinio o donde puedan ser protegidos contra pedidos de extradición. Después de todo, dirán, si hay dinero es posible comprarlo casi todo. Baby Doc ha vivido tranquilazo en Francia por mucho tiempo.

 Y el tiempo pasa y la gente olvida. Al cabo de unos años, piensan estos hampones, será posible regresar sin ser molestados, todavía con las alforjas llenas del dinero robado, parcial o totalmente lavado.

Esta ha sido la Venezuela tradicional, la que ha hecho posible tanta relación incestuosa, tanta inmoralidad.

Sin embargo, esta vez hay real peligro. Se trata de que hay demasiados criminales que no pueden ser perdonados. Y estos criminales no van a querer entregar el poder porque saben que la justicia irá contra ellos. Hay ministros, gerentes de empresas del estado, militares, contratistas, banqueros, palangristas, demasiados hampones. Forman un núcleo minoritario pero influyente. Tratarán de alzarse.   

El hemisferio está alerta. A diferencia de otras elecciones venezolanas, en torno a las cuales  predominó la indiferencia hemisférica, esta vez no habrá convidados de piedra. Habrá, los menos, quienes se plieguen a los criminales y quienes, la mayoría, decididamente se pongan al lado de la democracia. Las elecciones venezolanas se han proyectado hacia el hemisferio como una contienda suprema entre el militarismo fascista y la civilización, del caudillismo autocrático contra la democracia.

No habrá co-existencia pacífica.

Todas las opciones estarán sobre la mesa.

Todas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

CORONEL DESPUES NO TE QUEJES POR QUE TE TRATAN COMO GOLPISTA.
JG

PD:VISTE LO DE ESCARRA