martes, 31 de agosto de 2010

Nuevo estudio: Cociente Intelectual Promedio de Bolivia aumenta cuando se ausenta Evo Morales del país.



Recientes frases inolvidables de Evo Morales:

"El pollo criado en granjas produce desviaciones sexuales"

"El mejor homenaje a Fidel Castro es no ser agentes del imperialismo’



Un estudio aún no publicado por el "Departamento Institucional para la Medición del C.I. en líderes Latinoamericanos", DIMECILIA, muestra un aumento significativo del cociente intelectual promedio en Bolivia cuando el presidente Evo Morales se va de viaje. El mismo fenómeno ha sido identificado en Nicaragua y Venezuela al ausentarse los mandatarios de esas naciones, miembros y miembras del ALBA.

El caso de Morales es dramático, al observarse un incremento de siete puntos en el C.I. P (promedio) del país del altiplano tan pronto Evo Morales entra a su nuevo avión Citation, presente de Chávez y piloteado por cubanos.

Al mismo momento de cerrarse la puerta de la aeronave la aguja del sismógrafo intelectual instalado en El Alto muestra un brusco movimiento en el sentido de las manecillas del reloj.

CADAFE: un muerto que produce más muertes.

CADAFE implosiona: 300 millones de bolívares de pérdidas por mala facturación durante 2009. 3000 millones de bolívares en deudas acumuladas.

CADAFE solo factura el 60 por ciento de la electricidad que entrega. Y de ese porcentaje solo cobra efectivamente el 50 por ciento. Eso significa que CADAFE solo obtiene pagos por el 30 por ciento de los servicios que presta. El ejército no le paga, los ministerios no le pagan, Miraflores no le paga. Esto es una mamadera de gallo total.
CADAFE es un cadaver ambulante. pero ello significa que está matando a EDELCA. Si a CADAFE no le pagan completo ella no le paga completo a EDELCA. Por lo consiguiente EDELCA también se está muriendo ya que no recibe pago oportuno de CADAFE y mucho menos de ALCASA o VENALUM o FERROMINERA. ,
Las empresas del estado chavista tienen su morgue particular y allí yacen, apiladas, como caigan. Mientras tanto, los ladrones chavistas mandan millones de dólares al exterior, sin transparencia alguna. Hay 500 millones de dólares enviados por CVG a un bancucho en El Líbano. Que diablos hace o hacía ese dinero allá?
Ver noticia sobre este crimen financiero:

"Fuente: Diario 2001
Por: Brizeida Barreto
Fecha: 03/06/2010

De la salida del ex ministro Rodolfo Sanz de la Corporación Venezolana de Guayana, queda pendiente aclarar la incógnita sobre la denuncia que hiciera al dirigente sindical Manuel Díaz, quien pidió se abriera una investigación sobre los 500 millones de dólares que el año pasado fueron a parar en una cuenta de la CVG abierta en un banco de Líbano.

“¿Por qué él manejaba una cuenta en un banco de Líbano? ¿Dónde fueron a parar estos fondos?”. La denuncia reposa desde hace un mes en la Fiscalía Superior del Estado Bolívar. “Esta cuenta no tenía ningún control previo, firmaba el ex ministro así como su asesor”, sostiene en el documento que el pasado 29 de abril consignó en Fiscalía.

No se trata de la primera cuenta corriente que la CVG tiene en el exterior; tampoco la primera oportunidad en que un ministro maneja tantos millones de dólares. Pero a Díaz le parece —al menos— extraño que el dinero de las ventas a futuro haya entrado en la sucursal que el poderoso banco ruso, Gazprombank Invest, tiene en Beirut. Peor aún, en una cuenta cifrada que sustituye la identidad del titular, por un código que sólo conocen él y el ejecutivo de la entidad financiera.

Este hamponato chavista está haciendo desastres en Venezuela bajo la mirada tolerante y cómplice del mál llamado PODER MORAL: los angelitos Clodosbaldo, Gabriela y Luisa.

El Vicepresidente de FUNDAYACUCHO está en la movida.

Desde su fundación en 1975 FUNDAYACUCHO envió a miles de venezolanos jovenes a muchos países del mundo, a formarse en las más diversas disciplinas. El proceso de selección era riguroso, la gerencia de los programas era profesional, los resultados fueron espectaculares. Por unos 25 años esta labor dió inmensos retornos a la nación, en términos de crecimiento de capital social calificado, superior al promedio. Desde que Chávez llegó al poder la organización ha tomado otro rumbo, el de la masificación. Como dice su sitio de Internet:
"Bajo el lema inclusión sin exclusión, en 2006 Fundayacucho con el sólido apoyo del Gobierno Bolivariano y del Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior modificó el sistema de inscripción y ahora se realiza a través de su página Web, lo cual busca llegar a todos los sectores y regiones del país para hacer un llamado masivo, bajo este novedoso sistema se acreditó a unos 15 mil becarios en 2006 y 52 mil 400 en 2007, cifra que esperamos mantener en 2008.
De esta forma los nuevos becarios serán seleccionados de acuerdo al factor socio económico así como las necesidades de formación profesional que exige y requiere el estado venezolano".

Desde el primer momento uno se da cuenta de que algo no marcha bien. Eso de "inclusión sin exclusión" suena a "calor sin frío" o "día sin noche". El llamado "masivo" a los aspirantes anuncia el fin de la excelencia. Excelencia pá fuera, puerta franca, cantidad mata calidad.
Ahora Fundayacucho está politizada, marca en los hitos "revolucionarios", celebra el aniversario del Ché Guevara y ofrece foros sobre la revolución sandinista:
Foro "30 años del triunfo de la revolución sandinista"
miércoles, 29 de julio de 2009 / 5:00 p.m.
Sala C / piso 6 del Celarg
Amílcar Figueroa
Presidente alterno del Parlamento Latinoamericano
César Sención Villalona
Economista, Activista del Frente Faraundo Martí.

El video que muestro abajo muestra al vicepresidente actual de Becas y Poder Popular de Fundayacucho, el Sr. Félix Caraballo. Lo vi dos veces porque pensé que era una tomadera de pelo, que alguien quería burlarse de Fundayacucho mostrando a un cómico de TV diciendo barrabasadas. Pero no. Es de verdad. El Sr. Caraballo es el vicepresidente y dice seriamente lo que dice.
http://www.youtube.com/watch?v=Ll_MOO0nb_s
****************
Para lo que ha quedado Fundayacucho! Y es que todo lo que el chavismo toca lo convierte en mierda. No es posible que alguien como este caballero del video sea gerente de primera línea de una organización que debe formar venezolanos cultos e intelectualmente destacados. No conozco al Sr. Caraballo ni tengo nada personal contra él pero si tengo mucho contra un régimen que permite esta degradación de la función pública.
A esta gente hay que sacarla del poder antes de que arruinen completamente al país......

lunes, 30 de agosto de 2010

DOS VIÑETAS DE LA REVOLUCIÓN QUE SE DESPIDE

PAYASOS SÍ, PERO SINIESTROS.

I.
Nicolás Maquiaduro
“Llámame a Nicolás”, le dijo el presidente a la edecana, quien bostezaba soñolienta después de una larga noche de vigilia. “No me siento bien”. Y agarró la cesta llena de bocadillos de guayaba y comenzó a comerlos.
Nicolás acudió “ensegundado”, como es su costumbre cuando lo llama el jefe.
Chávez le dijo: “Nicolás, estoy seguro de que me quieren matar. Yo se que nadie me cree pero me siento rodeado de enemigos, de gente que me envidia. Tendré que cambiar otra vez de edecana, porque ya no confio en ella. Le voy a dar un cambur bueno para que se vaya ”.
- “Presidente, usted es un hombre querido por todos los venezolanos y todas las venezolanas. En especial por Cilia y por mí.”.
“No puedo evitar la preocupación, Nicolás. Desde pequeño he sentido que despierto envidia en la gente y que me quieren matar, desde que vendía coquitos en Barinas”.
- “No se deje capturar por esa sensación, presidente. Recuerde lo que le dijo el Dr. Chirinos. Usted tiene una carga normal de anormalidad. Y deje de comer tantos bocadillos que eso lo engorda mucho”.
“Es que solo me siento bien comiendo, Nicolás. Jorge me advirtió que yo tenía algunos rasgos narcisistas y socialistas o sociopáticos. Esto me gustó porque dicen que Narciso era bien parecido.
- “Usted no es narciso, presidente. El narciso “se cree” bien parecido pero es que usted no se cree, usted es, y está encima de todos nosotros, como dice Chaderton. Usted es la ley en Venezuela, comandante, como dice Escarrá. Lo mismo me decía ayer Arias Cárdenas, cuando le notifiqué que estaba despedido”.
- Y Nicolás añadió, “ Precisamente por ser tan valioso es que usted está en peligro de un super-magnicidio.”
“Me acuerdo de Hussein, Nicolás. A veces sueño que me están ahorcando y me despierto sudando frío. Me parece estar de nuevo en el museo militar, en medio de la batalla que dimos contra Pérez y sueño que alguien me dispara por detrás. Temo que me malogren por detrás, Nicolás”.
- “No se preocupe, comandante. Siga como va. Usted es la hoja de paja que el viento se llevó, como decía Alí Primera. No se deje angustiar por lo de la comida podrida, por las vainas de Raúl, por el coqueteo de Correa con Hillary o por la victoria de Santos. Esos son contratiempos manejables. Expropie, ataque, persiga a sus enemigos que lo suyo es el poder. Pá eso hay dinero petrolero”.
“Dirás dinero chino, porque el dinero petrolero ya no nos alcanza. Ramírez no rinde cuentas. Tengo ganas de darle una patada por ese rabote, pero sabe mucho”.
- “Bueno, comandante. Mándelo de embajador a Zimbabue o Belarus. Ponga de nuevo a Alí en PDVSA”.
“Que te parece Giordani?”
- “Ñooo, comandante”
“Es que me gusta Giordani. Lo voy a consultar con Fidel. Mañana voy a consultar con él”.
Maduro hizo una mueca y guardó silencio. Ya hablaría con el grupo sobre esta nueva necedad del jefe. Le preocupaba el deterioro del hombre. Lloraba con frecuencia pensando en Maisanta. Otro mál día, pensó Nicolás. Vamos a tener que pensar en el Plan B. En la Habana lo van a examinar.


II.

Cabello dejó los papeles en la arepera.

Cabello entró presuroso en la arepera, sin sus guardaespaldas, y pidió dos reinas pepeadas. Estaba muerto de hambre y tenía prisa. Se engulló las dos arepas y salió disparado.
Sentado en la penumbra de la arepera noté que Cabello había dejado unas hojas de papel en el mostrador y acudí presuroso a rescatarlas. A lo mejor me ganaba una buena propina dándoselas, pero ya el auto de Cabello había arrancado.
Me senté de nuevo en la arepera y le eché un vistazo a los papeles. El membrete decía:
Centro Médico “El Escambray”.
Dr. Ulises Sotolongay,
Psiquiatra.

Lo que leí decía:

Confidencial
Diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
Examen Físico:
Paciente mulato de 58 años de edad, morfología pícnica, lipomas y verrugas múltiples. Pupilas ligeramente hipercuitas. Rictus asociado con logorrea de primer grado. Condición declarada de pre-obesidad. Pies planos con reliquia palmípeda, a lo Colón. Temblor cafeínico grado 2, cercano al umbral de Davidson.

Examen psicológico.
Paciente revela sentirse cronicamente deprimido pero con ocasionales momentos de gran euforia. Siente profunda desconfianza de quienes lo rodean. La inapetencia da paso abruptamente a un deseo incontenible de comer dulce de lechoza. En la mañana se despierta bañado en sudor, soñando que lo asesinan. La libido se encuentra adormecida. Murmura “flácido” una y otra vez.
A nuestra pregunta sobre lo que le hace sentir bien, responde: “oir halagos y alabanzas” . Cuando estas alabanzas y reconocimientos no son numerosas o suficientemente intensas aumenta su tristeza y comienza a hablar de su niñez.

Diagnóstico preliminar.
El paciente muestra rasgos del Síndrome de Chaderton. Lo diferente es que este paciente no muestra deseos de vestirse como predicador sino que prefiere el atavío militar. El síndrome de Chaderton es un desborde anárquico de los transtornos andropaúsicos, los cuales incluyen la inseguridad, la pérdida de auto-estima, el resentimiento contra los “más intecompulsivo de las muletillas, en este caso, un “eeh” al final de cada frase.

Tratamiento y Pronóstico.
Lo ideal sería mantener al paciente en condiciones de hospitalización en La Habana por un período mínimo de tres meses, a fin de aplicarle los estímulos eléctricos de tercera generación, los cuales han probado ser medianamente efectivos en casos de este grado de intensidad. Sin embargo, el paciente debe regresar a su país de inmediato, por lo que un grupo de nuestros especialistas debe acompañarlo y mantenerlo bajo contínua observación y sedación con la nueva droga llamada Ecuanil.
Cual es el pronóstico?
Muy pobre. Es de imperiosa necesidad que su círculo de colaboradores lleve a cabo un plan de contingencia, por si fuere necesario reemplazar al paciente en sus funciones a corto plazo. Ello es vital para nuestra Cuba.

Firmado,
Ilegible.

La Habana,
Agosto 2010.


Al terminar de leer esto me dije: “Cuando me dará Cabello por este papel?. Y Globovisión?"
"Los voy a poner a pujar” ...................




El 26S

VOTA Y BÓTALOS.


Hace 8000 años los Chinos escribían sobre caparazones de tortugas, la llamada escritura Jiahu. No me extrañaría que entre esos textos hubiese existido uno que dijera: “Esta es la última oportunidad de nuestra civilización. Si no sacamos del poder a Chiang Shu, China desaparecerá”.
8000 años después China está allí. En la Venezuela de 2010 hablamos de “la última oportunidad de la democracia” y de estar en “una encrucijada histórica”. Eso lo he oído yo antes.
Cuando dejaremos de usar estos términos apocalípticos y vacíos de verdadero significado? La historia de las sociedades es un proceso, no una colección de finales. En materia social no hay evento alguno que constituya el fin de la historia.
Los comentarios de analistas y políticos sobre las elecciones del 26S suenan así: “La libertad se juega su última carta” o “si ganan los escuálidos se hundirá inevitablemente el país”.
Sin embargo, ya nuestra gente debería haber aprendido que no hay evento discreto alguno que selle la suerte última de la sociedad venezolana.
El destino final de la democracia venezolana o del despotismo chavista no se decidirá el 26S. Sin embargo, esta fecha representará un punto interesante en el desarrollo de un proceso que seguirá su curso el 27S.
Es un evento importante porque servirá para mostrar cuan deteriorada se encuentra la maquinaria del déspota o, por el contrario, si el fraude electoral permanente que ha podido llevar a cabo hasta ahora aún le funciona tan bien como antes. El evento servirá para revelar la fibra moral remanente en el degradado ejército venezolano y de las personas que manejan el prostituído Consejo Nacional Electoral, así como el nivel de dignidad de nuestro pueblo.
La tendencia que se observa es bastante más importante que la foto que tomaremos el 26S. Desde hace ya largos meses esta tendencia indica claramente que el régimen de Hugo Chávez camina de manera inevitable hacia su disolución. Las aspiraciones que tenía Hugo Chávez de instalar en Venezuela y en América Latina un sistema castrista-comunista-fascista-militarista se han ido al foso debido, esencialmente, a la incompetencia del déspota, más que a la habilidad y creatividad de quienes lo adversamos. El proceso de fragmentación institucional y política que parecía una buena estrategia de consolidación de poder por parte de Chávez ha causado un caos de tal magnitud en las filas del régimen que ha hecho posible tragedias como las de la comida podrida. Debido a la atomización anárquica que Chávez ha generado con la creación de múltiples gobiernos paralelos su capacidad de control se ha debilitado mucho. El déspota enfrenta un monstruo de mil cabezas inconexas mientras trata de centralizar ferreamente la toma de decisiones. Ya no tiene dedos ni el dia horas para contener las múltiples goteras que aparecen en todos los rincones de su precario tinglado. La vaina simplemente no le funciona al aprendiz de brujo. Y es que gerenciar un país no es como vender arañitas. El 26S los venezolanos nos enfrentaremos, una vez más, a la pregunta de cómo deseamos vivir, si en libertad o lamiendo botas y esperando limosnas. Tendremos otra ocasión de medir el calibre de nuestro pueblo y nuestras posibilidades de llegar a ser, algún día, un país civilizado.

domingo, 29 de agosto de 2010

Déspota golpista trata de eternizarse en el poder

Es un miltar ignorante, golpista, quien llegó al poder por los votos pero que ahora desea eternizarse en el poder. Está buscando su re-elección porque piensa estar allí 30 o más años. Es el déspota de un país atrasado, con instituciones practicamente destruídas por el dictadorcillo, con una sociedad timorata y hasta indiferente de su suerte. Quienes alzan la voz son estigmatizados, expropiados y exiliados.
El tipo persigue a la disidencia, los insulta, su familia se roba el dinero impunemente porque no tienen a nadie que los controle. Está aquí, allá y acullá. Es el producto de la ignorancia, el atraso, la pobreza y la enfermedad. Este déspota es un corrupto aunque habla continuamente contra la corrupción y viola sistematicamente los derechos humanos de los ciudadanos del país.

Antes era más frecuente verlo en acción en en América Latina, ahora es más frecuente en Africa. El especímen de la foto se llama Yoweri Museveni y es el déspota de Uganda. Pero pudiera llamarse Esteban.

Que hombrecito tan mediocre y lleno de odio, este Hugo Chávez

M.E. Sáder: La hija de un demócrata sirviendole a un patán.


Vean este video, si pueden soportar nueve minutos de tantas bolserías indignas de un presidente. http://www.noticias24.com/index.html .
Este video demuestra la inmensa mediocridad del hombrecito que se ha apoderado del país. El lenguaje de este personaje es gangsteril, demagógico, mezquino. Allí recula sobre el Pérez de León, cuando se da cuenta , o alguien le hizo notar, la estupidez de su declaración anterior, negando los recursos para el hospital porque el alcalde “es escuálido”.
Sin embargo, al recular no puede ser lo suficientemente grande para admitir su error sino que ahora dice que va a dar los recursos pero “le va a quitar la administración del hospital a la alcaldía”. Insulta al alcalde (“escuálido de pacotilla”) y lo acusa de distraer recursos. Habla horrores de la descentralización, la cual había puesto a Venezuela antes de su llegada en el umbral del primer mundo. Ahora ha sido destruída por su ignorancia y complejo de inferioridad.
Uno se pregunta como una hija del insigne luchador por la democracia que fue Rubén Sáder Pérez sea Coronela y Ministra de Salud en el régimen manejado por este personajillo mediocre y corrupto. Rubén Sáder Pérez se entristecería al ver este papelón hecho por una de sus hijas, callada frente al patán que la regaña.

sábado, 28 de agosto de 2010

Prensa de USA informa decisión criminal de Chávez sobre Hospital Pérez de León.

EL NUEVO HERALD

Dirigentes de la oposición venezolana calificaron de criminal la decisión del presidente Hugo Chávez de suspender la asistencia estatal al mayor hospital de Caracas, acusándolo de jugar con la vida de miles de venezolanos.

La medida, anunciada por Chávez en la noche del jueves, afecta las operaciones y la crucial expansión del Hospital Pérez de León de Petare, el cual atiende anualmente a cientos de miles de personas, la mayoría de ellas de bajos recursos.

La administración del hospital actualmente está bajo la alcaldía del Municipio Sucre, cuyo alcalde, Carlos Ocariz, forma parte del opositor partido Primero Justicia. Chávez dijo que el Estado dejará de otorgar nuevos recursos al centro de asistencia médica, alegando que es administrado por corruptos.

La oposición, sin embargo, dijo que la medida de Chávez sólo busca erosionar la gestión de un popular alcalde, calificándola de despiadada.

"Chávez ha llevado el concepto del apartheid a un extremo de crueldad inimaginable, el de separar a los enfermos del régimen de los enfermos de la oposición'', dijo a El Nuevo Herald Diego Arria, ex embajador de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas (ONU). "Es criminal negarle recursos del Estado a un hospital por preferencias políticas''.

Al anunciar la medida, Chávez dejó abierta la posibilidad de suspender el financiamiento estatal de otros centros de atención médica bajo control de funcionarios de la oposición.

"Yo no puedo aprobar esos recursos'', dijo Chávez en el Teatro Teresa Carreño, en un discurso transmitido en cadena nacional. "Yo no puedo aprobar recursos para una alcaldía que además de escuálida [de la oposición], para que se roben la mitad de esos reales [dinero]''.

Añadió que los recursos no serían otorgados a los hospitales hasta que estos pasen a ser administrados por el gobierno central.

El alcalde la alcaldía de Chacao, Leopoldo López, del también opositor Voluntad Popular, dijo que el pronunciamiento de Chávez deja en evidencia el estilo arbitrario con que el gobierno central administra los recursos de los venezolanos.

"Se trata de una decisión política nacional que pasa por encima de la Cons titución, en incluso pasa por encima de consideraciones morales y de humanidad'', López dijo en una entrevista telefónica. "Viola la Constitución porque al presidente no le corresponde disponer de esos fondos; son recursos que se disponen por distribución constitucional y por leyes''.

El director del Hospital Pérez de León, Julio Castro, advirtió en una entrevista transmitida por un canal local de televisión que la decisión de Chávez podría tener serias repercusiones, ya que paraliza la construcción de un edificio que se necesita con urgencia.

"La decisión es grave'', dijo Castro. ‘‘El hospital atiende gente de Caucagua, Guarenas, Guatire, aproximadamente dos millones de personas, y las instalaciones actuales son insuficientes''.

LA VOZ DEL AMO





Hugo Chávez estuvo en La Habana donde fue a pedir instrucciones de Fidel Castro sobre que hacer con el desastre que tiene montado en Venezuela. Castro lo regañó como a un muchacho de escuela primaria, por su ineptitud y por sus recientes errores. Le aconsejó poner en movimiento el mecanismo electoral de los votantes virtuales para contrarrestar la avalancha opositora. Le prometió que Ramiro Valdez regresaría pronto a Caracas a asesorarlos.
Chávez, según dice el analista cubano Alberto Muller, sufre de llantos incontrolables y de estado depresivo agudo. Esto puede tratarse de lo que los psiquiatras cubanos que lo han visto denominan el síndrome de Chaderton, una exacerbación psico-prostática de la andropausia, con períodos coprolálicos intermitentes.

Walter Arp Rara Avis.

El último lienzo de Walter Arp: San Esteban, visto por Humboldt.

Acabo de recibir, enviado por mi querido primo valenciano Robert Thornhill, un volumen excepcional llamado “Walter Arp Rara Avis”. Título afortunado que recoge la esencia de lo que fue este extraordinario venezolano, este artista maravilloso que nació y vivió integrado firmemente a la naturaleza, de quien fue fiel intérprete y amante.
El libro es una prodigiosa edición de arte y de buen gusto, lleno de las exquisitas pinturas de Walter, con textos de Eugenio Montejo, Sergio Antillano, Natalia Diaz, Arnaldo Rojas, Milagros Maldonado y el gran naturalista que fue Gonzalo Medina.. La edición fue posible debido a la generosidad de La Previsora, NotiTarde y de la gobernación del Estado Carabobo.
Me causó gran placer que el libro me fuera dedicado por Henrique Fernando Salas, el gobernador de Carabobo y mi jefe durante cuatro años en la gobernación de Carabobo durante el período 1999-2002, años en los cuales disfruté, como vecino de Carabobo, de las virtudes de una administración eficiente.
El libro es una obra de arte y es también un documento histórico de primera calidad sobre la maravillosa Valencia de hace casi 70 años, cuando Walter hacía sus primeros estudios y mostraba sus inclinaciones artísticas como intéprete de la naturaleza.
Cuando conoci a Walter Arp él tendría unos 12-14 años y yo unos 10. Fue en el jardin de la casa de la Hacienda “El Trigal” de mi tia o prima, no recuerdo bien, Isabél Coronel, Viuda del Dr. Peña Pérez. La casa estaba en Camoruco y la hacienda cubría mucho de lo que es hoy la urbanización El Trigal. Andaba Walter todavía de pantalones cortos, cuando lo ví entre las matas de hicacos del jardín, persiguiendo infructuosamente a una lagartija para estudiarla.
Estaba yo de vacaciones, desde Los Teques y para mí Valencia era una gran urbe. Con mi padre salía de Los Teques en el motriz, un par de vagones amarillos autopropulsados, con maravillosos asientos de mimbre, algo muy parecido, pensaba yo, a lo que utilizaba Hans Castorp, el protagonista de “La Montaña Mágica” , para ir de la llanura a Davos Platz a visitar a su primo Joachim. Solo que yo iba de Los Teques a la llanura.
Dejé de ver a los valencianos por algún tiempo pero supe que Walter se había casado con la bellísima Elena Blaubach. Mis primas Marucha y Cecilia Peña Coronel me mantenían al tanto de lo que pasaba en aquella sociedad valenciana, tan llena de bellas mujeres, tan compleja, tan maravillosa.
Fui muchas veces a Valencia a visitarlos, a Walter y Elena, a las Peña de mi total afecto. Marucha dió a luz a Robert, mi querido primo, a quien ví nacer y crecer. Cecilia murió. Luego murieron Marucha y Dennis, el padre de Robert. Luego nos dejaron Gonzalo Medina y mi hermana Cristina, una entusiasta miembro del grupo.
De aquella maravillosa Valencia solo me quedan los amables recuerdos. Y de esos recuerdos, hay pocos tan amables como ese de haber visto la evolución de Walter Arp de muchacho a gran artista. Sus lienzos hoy son invalorables, tanto por razones puramente artísticas como por razones sentimentales.
No dudo que quien camine por la selva húmeda de Rancho Grande puede sentir la presencia de dos grandes venezolanos a quienes tuve el privilegio de conocer y disfrutar de su amistad: Walter Arp y Gonzalo Medina.
La Venezuela grande y hermosa está hecha de estos hombres .

35 años de PDVSA. Balance y Estado Actual.

Los 35 años de PDVSA
Gustavo Coronel***


PDVSA está cumpliendo 35 años. Creo que es posible dividir la historia de la
empresa durante ese período en cuatro etapas más o menos claramente
diferenciadas: una primera etapa que duró desde 1976 hasta 1981; una segunda
etapa que transcurrió desde 1981 hasta 1993, una tercera etapa, desde 1993
hasta 2000 y una cuarta etapa, desde 2000 hasta nuestros días.
*********************************
La primera etapa, 1976-1981: la luna de miel.
La primera etapa, 1976-1981 puede ser llamada la etapa de la luna de miel,
durante la cual el inmenso prestigio personal, la aureola casi mágica de súpergerente
que acompañó al general Alfonzo Ravard, mantuvo al mundo político
esencialmente a raya y, justo es decirlo, el mundo político actuó con discreción
en su relación con la nueva empresa. PDVSA necesitaba y pudo utilizar
eficientemente esa etapa de luna de miel. Había tenido que llevar a cabo un
complicado proceso de racionalización, llevando las 15 empresas operadores de
gran, mediano y pequeño tamaño a cuatro empresas integradas de similar
tamaño, aún cuando Lagoven fuese claramente la más importante. La
exploración se encontraba paralizada ya que las empresas concesionarias,
enfrentadas a un proceso de reversión a plazo fijo, habían dejado de invertir en
ese sector. En 1950 la industria había tenido 800 geólogos y geofísicos
involucrados en la búsqueda de petróleo. Al momento del nacimiento de PDVSA
quedaban menos de 40. Las reservas estaban al nivel de unos 18000 millones
de barriles, suficiente para un poco más de 20 años a la tasa de producción del
momento. La producción había aumentado hasta los límites máximos
permisibles, ya que las empresas concesionarias trataban de maximizar sus
ingresos en el corto tiempo de vida que restaban a las concesiones. Las plantas
de refinación estaban orientadas a la producción de los llamados combustibles
residuales, para la calefacción, el cuál había sido por largos años el producto
requerido por el principal cliente de la industria petrolera venezolana, los
Estados Unidos. Los yacimientos petrolíferos mostraban señales claras de
agotamiento parcial. En líneas generales, PDVSA heredó una industria en franca
declinación y debía llevarse a cabo un intenso esfuerzo de naturaleza técnica y
gerencial para mejorarla. El sector político comprendió que lo sensato era dejar
que PDVSA manejase la industria en esta etapa tan compleja y delicada. A su
vez, la directiva de PDVSA, compuesta casi exclusivamente por petroleros
retirados o por personas de gran prestigio pero sin experiencia directa en la
industria, hicieron lo más sensato: delegaron en las empresas filiales operadoras
el manejo de la industria y limitaron su papel a supervisar la planificación
financiera y técnica, a aprobar los presupuestos y asegurarse de que los
proyectos a llevarse a cabo fuesen de calidad y de la más alta prioridad. En esta
etapa, por lo consiguiente, el papel del Ministerio de Energía fue de simple
comprobación técnica, a posteriori, de lo que se hacía en la industria, mientras
que el papel de la directiva y plana mayor de PDVSA fue de seguimiento de la
actividad y de aprobación a priori de los presupuestos-programas de las
empresas operadoras.
La luna de miel estuvo signada por la presencia de Rafael Alfonzo Ravard en la
presidencia de la empresa y por su empeño en inculcarle a la organización
algunas estrategias fundamentales: meritocracia, auto-financiamiento,
apoliticismo, normalidad operativa y gerencia profesional. Este quinteto de
estrategias sería repetido incesantemente por Alfonzo Ravard en todos sus
discursos y en todas las ocasiones posibles. Se convirtieron en un mantra. El
General Alfonzo Ravard solía decirme: “Recuerda que en el principio fue la
palabra”. Alfonzo le daba especial importancia al mantra como agente efectivo
de internalización intelectual en sus gerentes, de transformación de una idea en
actitud. Mientras trabajé a su lado vi como estas ideas encontraban terreno fértil
en un grupo de gerentes quienes ya habían andado un largo trecho en esa
dirección. La prédica de Alfonzo Ravard no era nueva para ellos y, en cierta
forma, eran ellos quienes habían iniciado con Alfonzo Ravard un diálogo que
contenía estos principios. Los gerentes y Alfonzo Ravard se reforzaban
mutuamente. A pesar de algunos hábitos no enteramente ortodoxos en su estilo
gerencial, el General Alfonzo Ravard fue el líder que la empresa necesitaba en
esa etapa. La meritocracia fue, quizás, la bandera más importante. La selección
de los nuevos gerentes o directores de las empresas operadoras estaba basada
en un análisis bastante profesional de las cualidades de cada quien. Más aún, la
identificación de puntos débiles en los candidatos llevaba generalmente a
entrenamiento específicamente diseñado para remediar las vulnerabilidades.
Asistí con frecuencia a reuniones dedicadas a analizar las cualidades, puntos
débiles y futuro desarrollo de un gerente medio o de alto nivel que tomaban
cinco y seis horas del grupo evaluador, en el cuál se encontraba invariablemente
su supervisor inmediato.
Durante esta etapa la empresa experimentó un espectacular proceso de
recuperación en casi todos los órdenes.
Inversiones y costos operativos, 1976-1981.
Las inversiones se cuadruplicaron en bolívares constantes al pasar de Bs. 2300
millones en 1976 a Bs. 7.600 millones en 1981. Esto demuestra el gran esfuerzo
que tuvo que hacerse en el plano organizativo pués la industria venía de una
década en la cual la inversión había ido reduciéndose. Una organización que se
acostumbra a no invertir requiere de un esfuerzo mayor para cambiar de actitud
y para invertir eficientemente.
Los costos operativos, por su parte, tendieron a reducirse, en términos
constantes, pasando de Bs. 6.600 millones en 1976 a Bs. 6.400 millones en
1978, para subir levemente hasta Bs. 7100 millones en 1981. En estos costos
operativos se incluían los contratos tecnológicos y de comercialización suscritos
con las empresas ex-concesionarias, así como los gastos de reparación de
pozos, los cuáles eran de naturaleza reproductiva, ya que resultaban en un
incremento de la producción a corto plazo.
Exploración, Producción y Reservas. La actividad exploratoria por sismógrafo
recibió atención desde el primer momento. En 1976 se contrataron 6.454
kilómetros de líneas sísmicas, cifra que subió a 33.849 kilómetros en 1980 y
13.522 kilómetros en 1981. Esta actividad es la precursora de la perforación
exploratoria, genera verdaderos electrocardiogramas del subsuelo que apuntan
hacia las áreas más promisorias desde el punto de vista petrolífero. En base a
esta actividad, se perforaron 52 pozos exploratorios en 1976, cifra que llegó a
350 pozos en 1980 y a 309 pozos en 1981.
La producción de la empresa se mantuvo esencialmente constante desde 1976,
cuando la producción promedio fue de 2.294.000 barriles diarios, subiendo
ligeramente en 1978 hasta un promedio de 2.356.000 barriles diarios para
colocarse en 2.107.000 barriles por día en 1981. Es importante apuntar que
estos niveles de producción fueron mantenidos por medio de un intenso
esfuerzo de perforación de desarrollo y de reparaciones de pozos. Los
pozos de desarrollo se triplicaron desde 1976 a 1981 y las reparaciones y
reacondicionamientos de pozos se duplicaron durante este período. Como
Humpty Dumpty la industria petrolera venezolana tenía que correr cada vez
más rapidamente para poder mantenerse en el mismo sitio. Ello era el
resultado de yacimientos ya maduros o en incipiente estado senil. De allí
que la exploración de nuevas áreas fuese tan importante, aunque el impacto
de la exploración sobre los niveles de producción no se pueden ver antes de
un cierto período de tiempo, generalmente de cinco a siete años.
Las reservas probadas, aquellas cuya certeza de existir era muy alta,
aumentaron, al pasar de 18.220 millones de barriles en 1976 a 20.154
millones de barriles en 1981.
Refinación de petróleo y niveles de exportación.
La planificación de la modernización de las refinerías venezolanas comenzó en
1976. Durante la etapa de 1976-1981 estos estudios y los trabajos de
modificación y modernización de las plantas consumieron mucho del
período. La capacidad de refinación y los niveles de procesamiento se
mantuvieron esencialmente estáticos, en 1.450.000 barriles por día y
alrededor de 92% de utilización de las plantas. Sin embargo, se comenzó a
experimentar una mejora en los rendimientos, de forma tal que la producción
de combustibles residuales de alto contenido de azufre, los productos de
menor valor en los mercados, fue declinando, al pasar de 451.000 barriles
por día a unos 327.000 barriles por día en 1981, mientras que los productos
más valiosos comenzaron a subir ligeramente.
El total de exportaciones bajó, durante esta etapa, de 2.156.000 barriles por día
en 1976 a 1.800.000 barriles por día en 1981. Sin embargo, esta baja fue
compensada por un mayor valor del paquete de exportación. Un aspecto
negativo fue el incremento del consumo en el mercado doméstico, el cuál pasó
de 244.000 barriles diarios en 1976 a 369.000 barriles diarios en 1981, con
precios altamente subsidiados. Para empeorar esta situación muchos de los
volúmenes consumidos localmente eran los de mayor valor, gasolinas y
destilados. Esta es una situación que se iría a perpetuar y a empeorar,
convirtiéndose en uno de los errores estratégicos y políticos más graves de
todos los gobiernos que hemos tenido.
Número de empleados.
Otro aspecto de la nueva empresa que preocupó a muchos durante sus
primeros seis años de vida fue el aumento de la nómina de trabajadores, la cuál
pasó de 23.670 en 1976 a 42.353 en 1981. Por supuesto, mucho del incremento
era explicable. Los niveles de actividad exploratoria y de producción habían
aumentado significativamente y, sobretodo la producción, eran actividades que
requerían más mano de obra. Pero este era un índice que servía como base a la
crítica de quienes pensaban que PDVSA estaba en manos indeseables. La
izquierda venezolana comenzó a hacer ruido en este sentido, olvidando que la
industria petrolera concesionaria, antes de la etapa de contracción causada por
la cercanía de la reversión, había tenido niveles de empleo similares a los de
1981.
La gerencia.
Durante esta etapa el general Alfonzo Ravard estuvo al mando de la empresa y
se mantuvo la continuidad gerencial y operativa que la industria requería. Sin
embargo, ya en 1979 se comenzó a resquebrajar la unánime conducta de
respeto que el mundo político había mantenido frente a PDVSA. El
nombramiento de la nueva Junta Directiva de PDVSA abandonó parcialmente
los sanos criterios de administración. El nuevo ministro del sector, Humberto
Calderón Berti, convirtió el nombramiento de esta junta en una caja de
sorpresas, donde nadie sabía, excepto el ministro, quienes serían los integrantes
del nuevo directorio. Ello permitió que apareciese el cabildeo en el proceso de
nombramientos. Aparecieron candidatos auto-promocionados y hasta el mismo
Presidente de la empresa se vió obligado a hacer campaña para mantener su
posición. Los gerentes de la industria petrolera esperaban que se cumpliera la
promesa hecha por el gobierno anterior de nombrar un nuevo presidente y una
segunda junta directiva con miembros activos de la industria petrolera. Ello era lo
lógico, alegaban los gerentes petroleros, que la junta directiva de PDVSA fuese
el punto máximo en la carrera de los gerentes petroleros. No sería justo decir
que los miembros de la nueva junta carecían de méritos. Al contrario, algunos de
ellos, como Humberto Peñaloza y Hugo Finol, eran profesionales excelentes,
además de los directores ratificados. Los problemas aparecieron con las
modificaciones que se le hicieron a los reglamentos de la empresa, entre ellos,
el nombramiento de dos vicepresidentes, la facultad del gobierno de asignar
áreas de competencia a los directores de la empresa y la facultad del gobierno
de analizar en detalle los presupuestos de la empresa matriz y de las empresas
operadoras. Esto último no es lo deseable en empresas manejadas por gerentes
profesionales, en las cuáles los accionistas no gerencian la empresa sino que
tienen la facultad de remover aquellos directores quienes no cumplan con sus
expectativas. La aprobación previa de los presupuestos-programa abrió otra
puerta a la politicización de la empresa.
El nuevo ministro de Energía y Minas llegó decidido a establecer un mayor
control de PDVSA por parte del gobierno y encontró el apoyo de los principales
partidos políticos. Ya para 1979 se había disipado mucho del temor reverencial
que los políticos le tenían al lenguaje de los técnicos y ya muchos de ellos
habían llegado a pensar que ellos podían manejar la industria tan bien como los
técnicos, quienes “ni siquiera parecían ser muy patriotas”. Celestino Armas
decia, desde el Congreso: “Les hemos dado [a los técnicos] demasiada libertad”,
mientras que el líder comunista Radamés Larrazábal alegaba que “el estado
debía tomar el control de la exploración de la faja del Orinoco y establecer
contratos tecnológicos de estado a estado”. (El Nacional, Junio 8, 1979, pág. D-
17). Hugo Pérez La Salvia, quien había sido ministro del sector durante la
presidencia de Rafaél Caldera, fue un poco más lejos, al decir: “Siempre he
dicho que heredamos la gerencia de las multinacionales y creo que esos
gerentes tienen una mentalidad derivada de su trabajo con la concesionarias”.
(Auténtico, #90, Marzo 5, 1979). En otras palabras, el sector político comenzó a
decir abiertamente que los gerentes petroleros no eran gente de fiar.
La luna de miel había terminado.
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La segunda etapa, 1981-1993: del éxito técnico a la contaminación política.
Durante esta etapa Petróleos de Venezuela se consolidó como empresa
petrolera de rango mundial. Los estudios y la exploración llevada a cabo durante
la primera etapa dió sus frutos. Las reservas probadas crecieron hasta llegar a
los 65.000 millones de barriles en 1992, es decir, más de tres veces superior al
nivel de reservas probadas que existían al inicio de las actividades de PDVSA en
1976. La capacidad de refinación se mantuvo alrededor de 1.200.000 barriles al
día pero el rendimiento de gasolinas casi se duplicó, pasando de 183.000
barriles por día en 1976 a unos 340.000 barriles por día en 1992. El combustible
residual de alto azufre se colocó a niveles bajos, apenas unos 240.000 barriles
al día, practicamente la mitad de lo que era en 1976. Para todo efecto práctico
se le dió un vuelco positivo a la calidad del paquete de exportación de productos.
El consumo doméstico de gasolinas se incrementó pero no dramaticamente, al
pasar de 115.000 barriles por día en 1976 a unos 175.000 barriles por día en
1992. La nómina de empleados siguió creciendo pero a un ritmo mucho menor
que durante la primera etapa, colocándose en 55.000 en 1992.
Durante estos 13 años PDVSA tuvo seis presidentes y juntas directivas: Rafaél
Alfonzo Ravard (1981-1983), Humberto Calderón Berti (1983- 1984), Brígido
Natera (1984-1986), Juan Chacín (1987-1988), Andrés Sosa Pietri (1989-1991) y
Gustavo Roosen (1992-1993). Ello se debió a que el período de cada
presidencia fue acortado de cuatro a dos años, una medida poco sensata que
contribuyó bastante a la intensificación de las maniobras entre los potenciales
candidatos a la presidencia y, aún en mayor escala, entre los candidatos a la
Junta Directiva. Un rasgo característico de esta etapa fue el empobrecimiento
cualitativo de las directivas, al llegar a esas posiciones personas quienes no
calzaban los puntos necesarios para haber llegado allí, algunos cuyo mayor
mérito era la amistad con el ministro o su identificación con el partido de
gobierno. Esto no quiere decir que no existieran distinguidos profesionales a ese
nivel. Por supuesto que si los había y ellos seguramente asumieron más de su
porción de responsabilidades para compensar por la debilidad de algunos de sus
colegas. El área bastante fuerte de PDVSA en esta etapa fue la de los
coordinadores. Quien vea el Informe Anual para 1991, por ejemplo, y se
encuentre con coordinadores de la talla de Alonso Velasco, Humberto Vidal,
Juan Carlos Gómez, Nelson Olmedillo y Vicente Llatas y, a nivel de las
empresas operadoras, con gerentes verdaderamente estelares como Jorge
Zemella, Julio Trinkunas, Joaquin Tredinick, Mario Rodríguez, Angel Olmeta,
Arnold Volkenborn, Alfredo Gruber, Hugo Finol y Gustavo Inciarte podrá ver que,
con un equipo humano de esta calidad, el progreso de PDVSA estaba
prácticamente garantizado.
Sin embargo, el proceso destructivo del comején político había comenzado. Se
inició desde afuera hacia adentro pero no tardó mucho en establecerse dentro
de la organización. Como es natural, los menos competentes vieron en la
manipulación política, en el acercamiento meloso a los poderosos, una via
abierta para el progreso. La identificación con el partido de gobierno se convirtió
en una herramienta útil para progresar dentro de la empresa.
El inicio de un proceso sustantivo en este sentido lo dio la directiva nombrada en
1981. En esa directiva varios de los miembros le fueron impuestos al General
Alfonzo Ravard por el Ministro Calderón Berti en base a amistad, no en base a
méritos.
Durante la primera fase de esta etapa la industria petrolera entró en una crisis
mundial, ciertamente no originada por Venezuela pero muy mál manejada por el
ministro Calderón Berti. Los precios del petróleo colapsaron y Venezuela
incrementó su producción en una decisión inconsulta del ministro. El país, no
solo PDVSA, entró en crisis. En Agosto de 1982 las reservas internacionales de
Venezuela habían perdido unos tres mil millones de dólares y existía una fuerte
fuga de capitales. En Septiembre de 1982 el gobierno de Luis Herrera procedió a
ponerle la mano al fondo de inversión de PDVSA, a pesar de la protesta general
de la oposición y de buena parte del país pensante. Esta decisión había sido
premeditada. Leopoldo Díaz Bruzuál, presidente del Banco Central, se permitió
decir que “la industria petrolera era poco productiva” (RESUMEN, #436, Marzo
14,1982) a fin de justificar la acción del gobierno. Las navidades de 1982 no
fueron felices para Venezuela. La crisis financiera de 1983 estaba en puertas y
una nueva Junta Directiva de PDVSA, a ser nombrada en Agosto de ese año,
confirmaría la tendencia a la politización.
El nombramiento de Humberto Calderon Berti como presidente de PDVSA.
En Septiembre 1983 el gobierno de Luis Herrera nombró la nueva Junta
Directiva de PDVSA. Otra vez la gerencia de la industria y buena parte de la
opinión pública esperaba que el nuevo presidente saliese de las filas de la
industria, en las cuáles los candidatos de mayor jerarquia eran Guillermo
Rodríguez Eraso, presidente de Lagoven y Alberto Quirós Corradi, presidente de
Maraven. Sin embargo, el presidente seleccionado por el gobierno fue el hasta
entonces Ministro de Energía y Minas, Humberto Calderón Berti. A la selección
de Calderón ayudaron los miembros de la izquierda venezolana, deseosa de
penetrar politicamente la industria pero también miembros de los partidos
políticos centristas, animados de un enfermizo resentimiento contra los gerentes
petroleros. En la batalla de opinión que precedió el nombramiento de Calderón
Berti se destacó por su virulencia anti-petrolera Rafaél Poleo, el editor de Zeta.
En un editorial escrito en Zeta #486, del 28 de Agosto de 1983, Poleo escribió:
“El hecho de que no hayamos ajusticiado en su oportunidad a los enemigos de
la OPEP pagados por la Exxon y la Royal Dutch Shell y a quienes
desprestigiaron la nacionalización, no quiere decir que ahora debamos
descuidarnos con ese mismo estrato”, un lenguaje violento demostrativo de un
profundo odio contra la gerencia petrolera. En la misma edición de la revista
Poleo escribió un largo “Informe Político”, en el cuál hablaba de mi aparecido en
1983 (“The nationalization of the Venezuelan Oil Industry”, 1983 y 1984,
segunda edición) como algo parecido a la bomba V2 de Hitler: “un buen invento
que entró en acción demasiado tarde”. Ya un poco antes los políticos
extremistas habían aprovechado las declaraciones de Gonzalo Barrios sobre los
“gastos dispendiosos” en la industria petrolera nacionalizada para pedir controles
más severos sobre la gerencia petrolera, lo cual llevó a establecer el control
previo para PDVSA, una decisión que casi inevitablemente conduciría a la
politización progresiva de la empresa. En respuesta a lo dicho por el Dr. Barrios
dije lo siguiente (RESUMEN #391, Mayo 3, 1981).:
“en el análisis y decisión sobre un proyecto petrolero intervienen decenas de
técnicos y gerentes de muy alto rango, lo cual minimiza ( a menos que haya una
confabulación total), el riesgo de que una buena pro sea adjudicada en base al
deseo de nadie en particular o al capricho de quien quiera embolsillarse una
comisión. Este proceso no suena en nada similar al que condujo a la compra del
“Sierra Nevada” ni muy similar a las erogaciones del ministerio de Turismo para
pagos de propaganda electoral…y mucho menos similar a las compras de
terrenos de Antímano… ninguno de los cuáles han sido denunciados
públicamente por Gonzalo Barrios…”
La presencia de Caralampio en PDVSA.
Uno de los venezolanos más ilustres del Siglo XX, Enrique Tejera Guevara, me
decía, cada vez que me veía: “No permitan que Caralampio siente sus reales en
la industria petrolera!”.
“Y, quien es Caralampio?” le pregunté al distinguido médico y filósofo
venezolano.
Tejera me dijo: “Caralampio es el venezolano más funesto que existe. No sabe
mucho de nada pero cree saberlo todo. Sus expectativas no guardan mucha
relación con sus habilidades. Al entrar a una empresa o a un ministerio desea
ser de inmediato presidente o ministro, sin haber mostrado méritos para ello. Sin
conocer de finanzas piensa que puede ser presidente del Banco Central o
Ministro de Hacienda. Caralampio aspira a dirigir, a veces de manera autoritaria,
los destinos de su pueblo, pero no está preparado para hacerlo ni se da cuenta
de su ignorancia. Si alguna vez llega a la industria petrolera querrá ser un
ejecutivo, dar órdenes, tener una bella secretaria y un lujoso auto, porque está
convencido de que el petróleo da para todo. Para entrar a la industria hará uso
de su astucia, que de eso si sabe, la cual consiste en criticar mucho desde
afuera para que lo coloquen adentro”.
Después de 1981 comenzaron a aparecer los caralampios en PDVSA. Eran los
primeros en dar declaraciones, los últimos en irse de un coctel. Pensaban que
el petróleo es un gran lago subterráneo y que los contratos de asistencia
tecnológica debían ser eliminados pues los ingenieros desempleados
venezolanos podían hacer ese trabajo. Protestaban contra el desarrollo de la
Faja del Orinoco ya que ella “debía ser reservada para las futuras
generaciones”. Pedía que la CVP estuviese en control y no PDVSA. “Nada
importado es deseable”, decían, “Lo que debemos hacer es internalizar la
industria, nada de internacionalizarla”. Con cada Caralampio que entraba a
PDVSA la empresa moría un poco.
Xenofobia y patrioterismo.
Muchos venezolanos vieron en la nacionalización de la industria petrolera una
manera de erradicar la presencia extranjera. Algunos la visualizaron como una
via para expulsar a “los musiúes”, cambiar a los “Smith” por los “Pérez” en las
directivas de las empresas, como pasajeros en yates y aviones y, por supuesto,
en las nóminas de pago. No muchos venezolanos advirtieron que, al nacionalizar
los privilegios, también estábamos nacionalizando las responsabilidades y los
riesgos. Pasada la primera etapa de luna de miel, con el reemplazo de los
gerentes extranjeros por el grupo de gerentes venezolanos, los xenófobos y los
ultra-patriotas se tranquilizaron por una media docena de años. Sin embargo,
pronto volvieron a la carga. Comenzaron a ver en la gerencia venezolana a los
nuevos extranjeros, de quienes era necesario desconfiar. Esta desconfianza se
expresaba de diversas formas, entre ellas:
· Los gerentes venezolanos fueron formados por los gerentes extranjeros.
Deben estar, por lo tanto, transculturizados y más dispuestos a obedecer
a sus antiguos jefes que a la nación venezolana;
· PDVSA discrimina a la industria venezolana. No contrata a empresas
venezolanas ni compra sus productos;
· PDVSA no emplea ingenieros venezolanos y no toma en cuenta a las
asociaciones profesionales;
· PDVSA es un estado dentro del estado y actúa al márgen de los
intereses nacionales.
Muchos miembros del mundo político con veleidades técnicas se
presentaban como súper-patriotas, dispuestos a “sacrificarse” a fin de
reemplazar a gerentes no del todo confiables. Consideraban los nexos de
amistad que pudiesen existir con los antiguos gerentes petroleros extranjeros
como una señal de poca venezolanidad, como si la amistad y la honestidad
fuesen incompatibles.
La gerencia pública invade poco a poco a la gerencia petrolera.
Una vez estatificada la industria petrolera los gerentes profesionales de la
industria adoptaron como uno de sus objetivos principales evitar la
contaminación política y burocrática de la industria. Más aún, se propusieron
lo que Alberto Quirós, uno de sus más destacados gerentes, denominó “la
contaminación al revés”, es decir, contagiar al resto de la administración
pública con los buenos hábitos gerenciales imperantes de la industria
petrolera. Esta era, por supuesto, una misión casi imposible, dado los
tamaños relativos de la pequeña industria petrolera, por un lado, y el gran
aparato burocrático del estado, por el otro.
La política comenzó a afectar los niveles directivos de PDVSA.
El nombramiento de Calderón Berti fue visto por gran parte del país como
una señal clara de politización. La integración de la junta directiva presidida
por Calderón poseía algunos profesionales sin credenciales suficientes para
estar allí. Durante la campaña presidencial, el candidato de Acción
Democrática, Jaime Lusinchi, hizo de la remoción de Calderón un punto de
honor. Y así fué. El primer acto del nuevo Presidente Lusinchi fue remover a
Calderón Berti de la presidencia de PDVSA. En su lugar nombró al geólogo
Brígido Natera, técnico de grandes méritos y un hombre honesto a carta
cabal. Aunque Natera pudiera haber tenido simpatías políticas por Acción
Democrática esto no influyó en su labor. Por el contrario, Natera fue quizás el
presidente más “quimicamente puro” desde el punto de vista político que tuvo
PDVSA. Natera era un tecnócrata, poco dado a las apariciones públicas.
Durante su presidencia se adquirió la empresa Citgo y se contrató la
operación de la refinería Isla en Curazao por parte de PDVSA. En cierta
forma la internacionalización comenzó con Natera, aunque no se fortalecería
sino varios años después. Natera gustaba de repetir que la industria petrolera
era “diferente”: tenía disciplina en el trabajo, respeto por las normas y
procedimientos y puntualidad. En el Congreso Nacional tuvo momentos de
franco enfrentamiento con el mundo político. Terminó renunciando porque no
pudo coexistir pácificamente con un entorno cada vez más politizado.
Su reemplazo, el geólogo Juan Chacín, fortaleció la estrategia de
internacionalización. Ya en 1987 la participación financiera nacional en el
negocio petrolero se había triplicado, comparada a la de 1976. Las reservas
probadas también se habían triplicado. La capacidad de refinación se había
duplicado, gracias a la incorporación de refinerías en el exterior en las cuáles
PDVSA poseía participación. Las exportaciones se habían estabilizado al
nivel de los 1.500.000 barriles por día de crudos y productos. Durante la
presidencia de Juan Chacin se estableció una buena relación entre PDVSA y
el ministro del sector, Arturo Hernández Grisanti. Esta relación armoniosa se
rompió al llegar a la presidencia de PDVSA Andrés Sosa Pietri y al ministerio
del sector Celestino Armas. Para comenzar, el Presidente entrante Carlos
Andrés Pérez consideró que el presidente de PDVSA no debía ser un
petrolero salido de las filas de la industria. “PDVSA no es el ejército”,
argumentó. Por lo tanto le ofreció la presidencia de la empresa a Pedro
Tinoco, Julio Sosa Rodríguez, Enrique Machado Zuloaga, Jorge Pérez
Amado, hasta que, al final, Andrés Sosa Pietri le aceptó el cargo. El triángulo
Sosa Pietri-Pérez-Armas probó ser explosivo. Sosa Pietri se manifestó desde
el comienzo partidario de la internacionalización, de expandir PDVSA, de
abandonar a la OPEP si esta organización no le permitía a PDVSA
expandirse a los niveles deseados. El ministro Armas y el Presidente Pérez
no eran partidarios de la internacionalización sino de la llamada
internalización, la cual consistía en aprovechar en el plano doméstico la
actividad petrolera para generar valor agregado internamente. El ministro
Armas y su viceministro Napoleón Lista hablaban de tomar el control
gerencial de la industria. El Presidente Pérez adoptó una postura contraria,
no solo a la internacionalización, sino a la expansión de la industria
petroquímica y a lo que él llamaba el “estado dentro del estado”, PDVSA.
Evidentemente este era otro Pérez al Pérez que nacionalizó la industria en
1976 y había permitido a los gerentes petroleros gerenciarla sin intromisión
política. Sosa Pietri, por su parte, promovió un plan de expansión de la
empresa que la llevaría a tener una capacidad de producción de 3.500.000
barriles de petróleo al día, a la industria petroquímica a producir 10 millones
de toneladas métricas al año y a producir 200.000 barriles diarios de
Orimulsión en 1995. La visión de Sosa Pietri era la de convertir a PDVSA en
un corporación energética global mientras que el gobierno deseaba una
PDVSA viendo hacia adentro y muy alineada con la OPEP. Cuando Sosa
incrementó la producción para almacenar el excedente de la cuota OPEP, el
gobierno se lo prohibió. No solo lo prohibió sino que incrementó el Precio
Fiscal de Exportación, una reliquia de la época concesionaria utilizada por el
gobierno para ordeñar a PDVSA. Ello llevó a Sosa Pietri a tener que
endeudar a PDVSA para el financiamiento de sus proyectos. Sosa deseaba
incrementar el papel del sector privado en la industria petrolera pero el
gobierno se oponía. En el plano organizacional interno se incrementó la
tirantez entre coordinadores y directores. El ministerio deseaba nombrar
directamente a las Juntas Directivas de las empresas filiales y el ministro
Armas envió un oficio a Sosa Pietri en ese sentido. Según alegó Sosa,
algunos de sus directores comenzaron a erosionar su posición y a alinearse
con el ministro. Dijo: “Los directores me fueron abandonando”. Hasta los
vicepresidentes, alegó Sosa, lo adversaron. En esta situación de gran pugna
interna, muy lesiva para la empresa y para el país, terminó el período de
Sosa Pietri. Fue reemplazado por Gustavo Roosen, un gerente de primera
línea y de maneras más suaves que Sosa Pietri. Roosen se concentró en
consolidar la empresa en los mercados internacionales. En 1991 la empresa
produjo y vendió los volúmenes más altos de su relativamente corta historia,
aprovechando la crisis política del Oriente Medio. Sin embargo, la empresa
entró en dificultades financieras debido a la necesidad de hacer inversiones
cuantiosas para mejorar su capacidad de producción y a la existencia de una
fuerte carga impositiva que llegó en ese año a representar el 82% de sus
ganancias netas. El valor fiscal de exportación, que había sido aumentado al
20% (valor de exportación se calcula a un 20% superior del valor real de
venta, para efectos de pago del impuesto sobre la renta) durante el período
presidencial de Sosa Pietri estaba en proceso de ser reducido a 18% y sería
eventualmente eliminado en 1996. Roosen pensó que las inversiones
requeridas por la industria petrolera necesitarían la participación del sector
privado nacional e internacional. En ese sentido, Gustavo Roosen comenzó a
promover el proceso que luego se llamaría “la apertura”.
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La tercera etapa, 1993-1999: Lo Positivo, la apertura petrolera. Lo
Negativo, reaparece la empresa única.
La llegada de Rafael Caldera a la presidencia, en 1993, llevó al Ministerio de
Energía y Petróleo al ingeniero Erwin Arrieta. En una sorprendente decisión
el ministro Arrieta terminó de un plumazo con el sistema de ascensos basado
en la meritocracia, uno de los pilares sobre el cual había descansado, con
algunos tropiezos, la industria petrolera estatificada. Arrieta recomendó al
Presidente Caldera el nombramiento de Luis Giusti para la presidencia de
PDVSA. Giusti era en ese momento vicepresidente de Maraven, una de las
empresas filiales. Ello significaba pasar por encima de los presidentes de
esas filiales, Julio Trinkunas, Roberto Mandini, Arnold Volkenborn y Eduardo
López Quevedo. Esta recomendación, aceptada por Caldera, le dio un palo
cochinero a las normas de PDVSA. No se trata, por supuesto, de que Giusti
careciese de méritos. Giusti era un gerente brillante, intelectualmente agudo,
con una visión amplia del negocio. Pero ello también era cierto de
Volkenborn, Trinkunas, Mandini y López Quevedo. Lo que parecería a
muchos como un asunto meramente formal y sin importancia, fue para la
gerencia de PDVSA el aviso del final de la meritocracia. En una corporación
meritocrática y organizada el sistema de ascensos está pre-establecido de tal
manera que pudiera parecer monótono. En el grupo Shell se decía que,
cuando un presidente se retiraba, se empleaba a un nuevo mensajero (office
boy), para ilustrar lo férreo del sistema de ascensos. El impacto de esta
decisión en el seno de PDVSA fue muy negativo. La desmotivación y el
resentimiento llegaron a niveles nunca antes existentes en la organización. A
pesar de que el Presidente Giusti continuó hablando de meritocracia, este
concepto perdió mucho de su contenido y pasó a formar parte de la retórica
vacía que los venezolanos acostumbran asociar con el mundo político.
El planteamiento estratégico esencial de PDVSA desde el inicio de la
presidencia de Giusti fue la apertura al capital privado. Para el nuevo
presidente la expansión de la industria petrolera era necesaria pero no debía
significar, solamente, el crecimiento de PDVSA, sino un incremento en el
aporte del sector privado internacional y nacional a esa expansión. Es
interesante observar que ello representó un cambio importante en la
tradicional postura de desconfianza que el Presidente Caldera siempre había
exhibido frente al sector privado, sobre todo el sector privado petrolero
internacional. Caldera aceptó esta estrategia plenamente, así como estuvo
de acuerdo con los nombramientos en PDVSA.
No hay dudas que, después de la presidencia del General Alfonzo Ravard,
ninguna otra presidencia tuvo mayor impacto en PDVSA que la de Luis
Giusti. Durante su presidencia se tomaron decisiones estratégicas muy
importantes, algunas muy positivas, otras no.
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Decisiones estratégicas positivas.
La Apertura.
La decisión de abrir las actividades de exploración y producción de PDVSA al
capital privado nacional y extranjero fue positiva. La razón principal fue
sencilla. Se trataba de potenciar la capacidad de crecimiento de la industria
petrolera mediante el aporte de recursos financieros, técnicos y gerenciales
privados. Esto es lo que cualquier buen gerente, sin complejos de inferioridad
o camisas de fuerza ideológicas haría. La apertura estuvo dirigida a la
intensificación de la exploración para aumentar las reservas probadas, al
aumento de la actividad de producción y al desarrollo de la Faja del Orinoco.
Una fase de la apertura se dirigió a contratos de operación con empresas
privadas en áreas de producción ya existentes, las cuáles no eran lo
suficientemente atractivas para la inversión directa de los limitados recursos
financieros de PDVSA. Se firmaron 33 convenios operativos de este tipo a
partir de 1993, los cuáles añadieron unos 400.000 barriles diarios de
producción. Se firmaron convenios de riesgo, en los cuáles las empresas
contratistas aportaban los recursos financieros necesarios para explorar, el
aspecto más riesgoso de la actividad. Se licitaron ocho bloques bajo esta
modalidad, con la participación de 16 empresas privadas. Esta actividad
produjo nuevas reservas probadas de unos 500 millones de barriles, con una
inversión de $700 millones enteramente aportada por las empresas privadas.
Durante esta actividad se utilizó un 80% de servicios y equipos nacionales.
En la Faja del Orinoco se establecieron varios proyectos paralelos con la
participación de siete empresas petroleras grandes, poseedoras de
tecnología avanzada, lo cual permitió aportes importantes de nueva
producción de crudos mejorados.
En sentido estricto la apertura petrolera acercó más el proceso de la industria
petrolera venezolana a una verdadera nacionalización. Lo que había ocurrido
en 1976 había sido una estatificación de la industria, llegándose al absurdo
de “nacionalizar” una empresa nacional como era Mito Juan. La apertura
permitió que empresas venezolanas entraran más de lleno en el negocio
petrolera. Sería casi risible, si no fuera trágico, el énfasis casi religioso que el
mundo político le ha dado siempre al asunto petrolero, convirtiendo la
industria en esclava de dogmas e ideologías que van contra su naturaleza
eminentemente comercial y abierta al mundo. Lo cierto es que la industria
petrolera es un negocio que debe manejarse profesionalmente, sin resabios
patrioteros. Cuando el patrioterismo sienta sus reales en la industria petrolera
sucede lo que le sucedió a PEMEX, a YPF Argentinos, a YPFB en Bolivia, a
PERTAMINA en Indonesia y a PETROBRAS en su primera etapa
“nacionalista”. Cuando la industria es bien manejada, como el negocio que
es, entonces es posible observar a ARAMCO, EXXONMOBIL o a
PETROBRAS en su etapa moderna dar enormes ganancias a sus
accionistas, ya sea el país el dueño o los sean los accionistas privados. La
evidencia está a la vista y todo lo demás es mito y superstición.
La Internacionalización.
Aunque ya el proceso de internacionalización había comenzado hace
algunos años, se acentuó durante la presidencia de Luis Giusti. Fue un
complemento natural de la apertura. PDVSA se consolidó como una
corporación energética internacional, abierta al mundo, al nivel de las más
grandes empresas petroleras del planeta. No importa como se le evaluara, si
desde el punto de vista de reservas, de producción, de ventas, de ganancias
o de calidad gerencial, en 1991 PDVSA era la empresa 43 en la lista de las
primeras 500 corporaciones de la revista “FORTUNE”. Sin embargo, durante
estos años la expansión disfrazó procesos organizacionales no tan
deseables que ya estaban en movimiento.
Los enemigos del proceso de internacionalización, casi sin excepción, nunca
habían trabajado en la industria petrolera. Eran profesores universitarios,
burócratas del estado, políticos imbuidos de ideologías estatificantes y de
visiones parroquiales. Ninguno tenía una buena idea de como se manejaba
la industria petrolera por dentro. Ni Gastón Parra, ni Francisco Mieres, ni
Alvario Silva Calderón, ni Radamés Larrazabal, ni Alí Rodríguez conocían la
industria petrolera. La veían desde afuera, a través de sus aspectos
financieros y políticos teóricos, con una óptica marxista que ha contagiado a
varias generaciones políticas venezolanas. Para estos críticos de la apertura
y de la internacionalización PDVSA no debía usar ni un centavo de capital
que no fuese el propio. Gastón Parra, por ejemplo, opinaba (Aporrea, Abril
1999) que el plan de expansión de Luis Giusti ha debido reducirse, a fin de
permitirle a PDVSA llevarlo a cabo sin necesidad de inversión privada.
Añadía Parra que planificar la expansión de PDVSA basada en un aumento
de la demanda mundial de petróleo “era muy arriesgado”, ya que este
crecimiento sería muy moderado. La realidad ha sido otra: la demanda
mundial de petróleo que existía en 1999 ha crecido significativamente, de 73
a 85 millones de barriles al día. Es el enanismo de la PDVSA de hoy en día,
promovido por la tragedia chavista, lo que ha causado pérdidas
monumentales a la nación, ya que PDVSA debería haber estado produciendo
5.2 millones de barriles diarios en 2008 y no 2.5 millones de barriles diarios,
como produce actualmente. Nada como el tiempo para poner las cosas en su
justa perspectiva!
Decisiones estratégicas negativas.
La empresa única.
Uno de los aspectos más controversiales surgidos durante el debate que
precedió a la estatificación de la industria petrolera, 1974-1975, fue el de la
naturaleza que debía tener la empresa petrolera estatificada. De nuevo, este
debate llegó a adquirir ribetes casi “religiosos”. Los estatificadores extremos
deseaban ver a una sola empresa petrolera propiedad del estado, un
monopolio del estado, bajo control del ministerio del sector (CVP). Los
“nacionalizadores” y los gerentes de la industria pensaban que el concepto
de una sola empresa del estado estaría condenado al fracaso, tal y como ha
sucedido en casi todos los países que poseen el monopolio estatal del
recurso. El modelo aceptado finalmente fue unico en el mundo: cuatro
empresas operadoras, integradas, bajo una casa matriz de coordinación
estratégica y financiera. Este modelo garantizó el éxito de PDVSA por 20
años. Sin embargo, para tener este modelo había que pagar un precio en
duplicación de personal y mayores costos. Sin embargo, este era un precio
moderado en relación a sus beneficios, el cuál permitía la búsqueda de la
excelencia gerencial y la comparación de la eficiencia entre las varias
empresas. Además, cada empresa era un centro de rentabilidad. La empresa
única o, peor aún, diferentes empresas funcionales, se hubiesen convertido
rápidamente en centros de costos, incapaces de medir su eficiencia. Bajo la
presidencia de Luis Giusti se decidió, no sin algunos argumentos fuertes a
favor, convertir a PDVSA en una empresa única, con divisiones que
pretendieron ser unidades de negocios, pero que resultaron ser grandes
divisiones por función. Para todo efecto práctico ello convirtió a PDVSA en
una empresa operadora única. Alberto Quirós dijo, en su momento, que ello
convertía “a los directores de PDVSA en operadores directos”, perdiéndose
la visión corporativa que existía cuando PDVSA era, esencialmente, una
casa matriz planificadora.
La interacción entre PDVSA y el mundo político.
Durante la presidencia de Luis Giusti se incrementó significativamente la
interacción entre los gerentes petroleros y los representantes del mundo
político. Esto no sería malo “per se” si fuese utilizado para que el sector
politico aprendiese a respetar el apoliticismo de la industria pero es malo si
sirve para politizar la empresa. No conozco lo sucedido de primera mano y
no puedo, por lo tanto, decir que hay de cierto en esta afirmación, la cuál ha
aparecido con fuerza en los libros de Manuél Bermúdez (“PDVSA en Carne
Propia”, dos ediciones) y Emma Brossard (“Power and Petroleum”, 2001) .
Lo que parece ser cierto es que durante este período la industria vió salir a
varios de sus gerentes de primera línea. Algún serio descontento pareció
existir y ello no fue positivo para PDVSA. Pareció abonar el camino para la
tragedia que habría de venir, una tragedia frente a la cuál todas las
vicisitudes anteriores de la empresa parecerían asunto sin importancia.

La cuarta etapa, 2000-2010. El asesinato de PDVSA a manos de Hugo
Chávez y Rafaél Ramírez.
Con la llegada de Hugo Chávez a la presidencia de la república comienza
una década de pesadilla para nuestro país, algo que en sus inicios no era
fácil de avizorar. Aunque muchos teníamos grandes temores sobre lo que
este personaje pudiera hacer con el mando, nadie se imaginó cabalmente lo
que le esperaba al país bajo la bota de este paracaidista ignorante y
profundamente acomplejado. Esa historia está aún por contarse y apenas la
esbozaremos aquí.
Su primer acto en materia petrolera fue despedir a Luis Giusti, a quien veía
como un anti-cristo, como la personificación de la odiada tecnocracia
petrolera. Pero, en el momento, puso en su lugar a Roberto Mandini, quien
había tenido desaveniencias serias con Giusti y le sonaba, por ello, más
digerible. Se equivocó, porque Mandini es un tecnócrata casi quimicamente
puro. Al llegar a PDVSA solo pudo actuar de la única manera como siempre
había actuado, como un gerente muy apegado a los principios universales de
la gerencia moderna. A Mandini le molestó que le pusieran un comisario
político al lado, un tal Héctor Ciavaldini, quien había sido sacado de PDVSA
anteriormente por mediocre. Ciavaldini entró a la empresa como Director y
por algun tiempo su presencia en la empresa co-existió, de manera bastante
grotesca, con una demanda que había introducido en base a un informe
psiquiátrico firmado por el Dr. Edmundo Chirinos. Este asunto daba ya la
pauta de lo que se le venía encima a PDVSA. Cuando Mandini se quejó ante
Chávez del comportamiento de Ciavaldini, Chávez se quedó con....
Ciavaldini.
Ciavaldini no duraría mucho en la presidencia de PDVSA porque era tan
incompetente que hasta Chávez se dio cuenta. Decidió reemplazarlo con un
talentoso militar, el general Guaicaipuro Lameda, para que metiera en cintura
a los tecnócratas petroleros. El problema es que Lameda también era un
gerente profesional, no un político. Se puso del lado de la meritocracia y de la
gerencia profesional. Allí fue que Chávez abandonó toda cautela y se lanzó a
controlar a PDVSA con todos los hierros. Como él mismo lo dijo a posteriori,
en un discurso ante la Asamblea Nacional y el cuerpo diplomático en pleno,
decidió crear una crisis en PDVSA para promover una protesta de los
gerentes y quedarse definitivamente con el control de la empresa. Para ello
nombró presidente de PDVSA a Gastón Parra, un economista de modestas
credenciales, cuya carrera había transcurrido en la Universidad del Zulia y
quien sabía de petróleo lo que yo de sánscrito. Parra veía la industria
petrolera a través de un prisma marxista y anti-gerencial.
La protesta gerencial no se hizo esperar, excepto que el país se unió a esa
protesta y marchó contra el abuso de poder. Como resultado de la masiva
protesta popular y de la negativa militar de acatar las ordenes de Chávez de
reprimir al pueblo, Chávez salió de la presidencia brevemente, cuando el
General Lucas Rincon le pidió la renuncia, “la cual aceptó”.
Hasta allí llegó Parra, siendo reemplazado por Alí Rodríguez. Como se
podrán imaginar PDVSA no estaba siendo gerenciada debidamente. Seis
presidentes en cuatro años. Ninguna empresa aguanta esto. Para 2004
PDVSA era ya una empresa desmantelada gerencial y tecnicamente. 22.000
empleados fueron despedidos por Chávez accionando un pito en la
televisión y reemplazados por advenedizos y oportunistas. La producción se
vino abajo y nunca se pudo recuperar.
Alí Rodríguez intensificó el proceso de descomposición de PDVSA al poner
los activos de la empresa al servicio del chavismo para sus labores
proselitistas. Comenzaron a multiplicarse los derrames en el Lago de
Maracaibo, abundaron los accidentes industriales, se abandonó el
mantenimiento preventivo de las instalaciones. PDVSA comenzó a morirse
aceleradamente como empresa petrolera de primer rango.
La destrucción total llegaría con Rafaél Ramírez, ministro de Energía desde
2002 y nombrado presidente de PDVSA en Noviembre de 2004. Esa
dualidad es mortal para una empresa que tenga propósitos comerciales. El
ministro supervisa al presidente, pero ambos son la misma persona, lo cual
constituye un extraño caso de, si existe tal cosa, onanismo gerencial.
Ramírez asesinó a PDVSA mediante la utilización de varias armas: la
prostitución de los empleados, al convertirlos en una manada de “rojos,
rojitos”; la conversión de la empresa petrolera en una empresa importadora y
distribuidora de comida; la pudrición de millones de kilos de esa comida
importada por las mafias de PDVSA para “hacer negocio”, no para ser
distribuída; el abandono de las tareas del adecuado mantenimiento
preventivo de los activos de la empresa; el pavoroso endeudamiento para
satisfacer el voraz apetito del régimen, dinero utilizado en actividades
políticas y no para invertir en la misma empresa; la entrega de la Faja del
Orinoco a empresas chinas, iraníes, rusas, vietnamitas y otras, por razones
ideológicas y no técnicas ni de verdadero interés nacional; la hipoteca de la
producción de la faja con los chinos, acto anti-constitucional y traidor; la
galopante corrupción de los altos cuadros gerenciales de la empresa y de
sus complices contratistas, como lo evidencian numerosos casos que han
sido documentados hasta por chavistas como el finado Luis Tascón y
admitidos por gerentes de alo nivel del chavismo como Luis Vierma.
El resultado ha sido la destrucción de lo que fue PDVSA. Esta empresa
produce hoy 600.000 barriles diarios menos que hace diez años; tiene hoy
más de 100.000 empleados, más del triple de los que tenía hace diez años;
no investiga, no entrena a sus gerentes, sus refinerías trabajan a dos tercios
de su capacidad y su producción es, en gran porcentaje, regalada a los
cubanos o cambiada por caraotas negras y cambures. PDVSA es hoy un
cadaver andante, una empresa maula, una empresa desprestigiada, una
empresa podrida como la comida que maneja. Este período 2000-2010
merece un estudio en profundidad, el cual estoy apenas comenzando.
Ojalá pudiera decirle a PDVSA: Feliz Cumpleaños. Pero no puedo. Solo
puedo ofrecerle una misa de difuntos.

*** Este escrito está basado en buena parte en mi reciente libro: “El Petróleo
viene de La Luna”, el cual puede adquirirse en Venezuela a través de Elio
Ohep, editor@petroleumworld.com o en USA a través mío por el correo
electrónico gustavocoronelg@hotmail.com

viernes, 27 de agosto de 2010

HECHO EN VENEZUELA POR LOS HAMPONES SOCIALISTAS

http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=686882

Vamos a sacar estos hampones del poder.

Hugo Chávez habla sobre Salud!!!

El mandatario expuso su filosofía sobre salud pública: al enfermo escuálido ni agua.

Las focas aplauden entusiasmadas.

****El país entero espera que los humanistas Alfredo Toro Hardy y Roy Chaderton renuncien en protesta contra este acto incivilizado del hampón barinés. .

En un discurso pronunciado anoche ante médicos Hugo Chávez negó los recursos para el Hospital Pérez de León de Petare porque “era administrado por la oposición”. Este hampón ya no tiene rubor alguno para violar la constitución, las leyes y sus responsabildades más elementales como servidor público. No se trata, señor hampón, de que el hospital esté o no manejado por la oposición. Se trata de que no se le pueden negar los recursos para que funcione.


Esta es la noticia:
NOTICIAS 24.com
El Presidente Hugo Chávez descartó esta noche entregar recursos para el mantenimiento del Hospital Pérez de León (Petare, Sucre) ya que, para ello, debería administrarlos la Alcaldía opositora del municipio Sucre

Sabía usted que hay gorilas que hablan?



Hace muchos años un geólogo que había trabajado en las selvas de Borneo me aseguró haber visto un gorila hablando. Yo nunca le creí. Sin embargo, creo que posiblemente decía la verdad. Acabo de ver una entrevista que le hicieron a un General de la Guardia Nazi-onal de Venezuela, Antonio Benavides Torres, quien es un auténtico gorila. Y no hablo de su morfología, pués nadie tiene la culpa de ser como es, sino de su manera de pensar. Este gorila criollo es el mismo que le dió gas del bueno a los estudiantes hace unos meses y ahora está “a cargo” de la seguridad en Petare. El gorila Benavides discurrió sobre los diferentes gobiernos que ha tenido Venezuela y dijo lo siguiente:
antes existía violencia, corrupción, muchos antivalores que todavía andan por ahí, extrema pobreza, exclusión, analfabetismo, desempleo, anarquía….. Por el contrario, durante el Gobierno del presidente Hugo Chávez se está garantizando la paz y la tranquilidad con ética y valores, bienestar, inclusión, educación, empleo, justicia social.
Añadió que: “ a partir del Pacto de Punto Fijo y el Gobierno de Rómulo Betancourt, la inseguridad en el país se incrementó…comienza la catástrofe venezolana con el capitalismo de Estado".
Puede que el gorila hable pero lo que sale de su boca es basura e ignorancia pura. Según declara, antes de Chávez había corrupción y violencia pero ahora hay ética y valores, educación y empleo, etc. Solo a un gorila se le puede ocurrir decir que bajo Chávez hay paz, ética,educación! Si Chávez es un patán mál educado, como lo es también el gorila que habla. Si la corrupción bajo Chávez ha llegado a niveles nunca vistos en nuestro país (ministros ladrones, militares ladrones, familiares ladrones, contratistas ladrones, funcionarios ladrones). Si el sub-empleo afecta a la mitad de la población venezolana y hay 2,5 millones de venezolanos chupándose el dinero que era de todos.
Es evidente que Benavides Torres no tiene la menor idea de lo que es capitalismo de estado cuando dice que ese desastre comenzó con Betancourt pero ahora no lo tenemos. El gorila no puede darse cuenta que nunca ha existido un capitalismo de estado tan atroz como el actual, cuando todo está en manos del régimen, el cual sigue expropiando y destruyendo al sector privado.
La tragedia fundamental es que el país está en manos de un verdadero zoológico: focas, gorilas, pájaros (de cuenta), loros, jumentos y reptiles.

jueves, 26 de agosto de 2010

Un notable artículo de Luis Ugalde.

En este notable artículo Luis Ugalde S.J. le quita los últimos fragmentos a la máscara democrática usada por Hugo Chávez para engañar a millones de venezolanos sobre las verdaderas intenciones de su régimen.
Ugalde describe con lucidez como Chávez ha usurpado las funciones del Estado en nombre de un gobierno unipersonal, en la peor tradición caudillesca latinoamericana.
A Hugo Chávez , inepto usurpador, hay que sacarlo a patadas constitucionales del poder! No debemos aceptar a un régimen del siglo XIX . Necesitamos una administración para el siglo XXI.


Gobierno contra Estado
Escrito por Luis Ugalde
Jueves, 26 de Agosto de 2010 06:46
En momentos, la política se convierte en puro baile de disfraces. Fidel Castro acaba de confesar que desde muy joven era marxista leninista; se puso un disfraz democrático para no asustar y conseguir el apoyo de la población hasta controlar el poder. Hoy, Castro, al confesar que este tipo de socialismo marxista es comunismo, desenmascara al régimen venezolano que quiere ocultarlo bajo un "socialismo" bolivariano y cristiano. 

En todo régimen comunista se confunden Estado, Gobierno y partido único; uno mismo es el jefe de los tres, como en Cuba durante el último medio siglo y en Venezuela hoy. 

Lo contrario exige la democracia, en la que es clave la distinción de Estado, Gobierno y partidos. El Estado es una realidad jurídica superior que expresa el pacto social de los ciudadanos para buscar el bien común.


La Constitución, expresión suprema de la sociedad y de su Estado, está por encima del Gobierno; en ella estamos representados todos de manera permanente. Los gobiernos, en cambio, son mandaderos elegidos temporalmente por los ciudadanos, con atribuciones limitadas y ajustadas al derecho constitucional. La sociedad juzga, evalúa y sanciona a los gobiernos a la luz de la Constitución, y viceversa. 

En Venezuela hemos heredado la peligrosa manía de llamar estatal a lo gubernamental. Cualquier ciudadano es acusado de atentar contra la Constitución por el hecho de no coincidir con el Gobierno o con alguno de sus funcionarios. Se judicializa y criminaliza toda crítica al Gobierno, y los opositores son "conspiradores" y "delincuentes", con cárcel o exilio como destino. 

En Estados Unidos habitualmente no es responsabilidad del Estado tal o cual asunto de gobierno, sino de la "administración Obama" o de la "administración Bush". Los españoles hablan del Estado español, como algo distinto del "Ejecutivo" o del Gobierno central y de los gobiernos autonómicos. 

Oponerse al Gobierno es normal, pero enfrentar al Estado es delito y los conflictos se resuelven con la autoridad de la Constitución. 

Hace siglo y medio, las tempranas discusiones marxistas llegaron a la conclusión de que el Estado burgués no es convertible en Estado proletario, sino que debe ser destruido en su economía, orden jurídico, fuerza armada y aparato ideológico. Pues bien, en Venezuela estamos en esa delicada transición destructiva.




La gran mayoría de los gobiernistas no es marxista, pero en la actual etapa está mandando una fracción radical convencida de que si no destruyen pronto todo el orden burgués (es decir la democracia, la sociedad y la economía plurales) el "proceso" está sentenciado de muerte. El Presidente un día proclama este camino y meta y otro día lo niega y oculta para no asustar. 

La Constitución bolivariana, con sus artículos 2 y 3 (y otros) es un obstáculo para una revolución marxista-estatista. 

Un "revolucionario" marxista considera que esos derechos humanos, la Constitución, la separación de poderes, la iniciativa y propiedad privada son burgueses y carecen de valor moral; el valor absoluto es la "revolución". Ni lo legal ni lo constitucional tienen importancia, pues el "proceso" no se legitima por su origen ni por sus modos legales, sino por sus fines de felicidad total. El régimen fracasó en el referéndum de 2007 para cambiar la Constitución, pero continúa haciendo leyes anticonstitucionales y aplica de facto medidas hacia el total control estatistapartidista. El partido, la Asamblea Nacional, las instancias judiciales... no son más que "correas de transmisión" de la visión y de la voluntad del jefe supremo que encarna la felicidad del pueblo. 

Según esta "vanguardia lúcida", lo prioritario no es hacer buen gobierno con economía más productiva y equitativa, educación de calidad, medios de comunicación libres y socialmente responsables, sino destruir el viejo orden, eliminar toda capacidad de resistencia y asegurar que ya no haya marcha atrás; destruir el Estado desde el Gobierno, desde la dictadura "proletaria", que es buena porque abrirá el camino al paraíso.


El Gobierno tiene que acabar con el Estado democrático constitucional y eliminar los focos de resistencia, para luego levantar el paraíso de la felicidad. 

Por eso, para los demócratas, la elección del 26 de septiembre tiene una trascendencia inmensa en esta encrucijada decisiva

miércoles, 25 de agosto de 2010

Quien carajo me explica lo del registro electoral permanente?

De acuerdo con las cifras publicadas, el REP tiene inscritas, para Agosto de 2008, a 16.887.734 personas. Esto significa que, al compararlo con los datos de población existentes para esa fecha, un 100,01% de los pobladores con edad apropiada para inscribirse estaría inscrita.
Sin embargo, al aplicar el porcentaje de 70% de inscritos, el cual es característico en casi todo el mundo, excepción hecha de Cuba y otros países de similar situación política, resulta que el número de inscritos no debería ser mayor a 11.820.100; es decir, que el exceso de inscritos en Venezuela alcanzaría a 5.067.634 personas.
Si aceptamos que el porcentaje de inscritos pudiera llegar a 80% de las personas con 18 años y más, lo cual representaría una situación muy especial, reflejo de la extraordinaria voluntad de los venezolanos de ir a las urnas, el máximo número de inscritos llegaría a 13.508.682..
Al comparar este valor con el número de inscritos que el CNE dice tener en el REP, se puede concluir que hay un exceso de 3.378.752 personas.
Este exceso constituiría un número de votos “virtuales”, disponible para llevar a cabo cualquier manipulación que el régimen considere necesaria en alguna votación.
Yo quiero que alguien me explique esto, preferiblemente antes del 26 de septiembre.
**********************
La falta de transparencia de este régimen de hampones que se autodefine como una revolución es el peor problema que tenemos que vencer los venezolanos decentes.

El síndrome de Chaderton: una nueva afliccción psico-patológica.



El síndrome de Chaderton se presenta en adultos durante la transición andropáusica. Se caracteriza por frecuentes períodos depresivos, llanto sin causa aparente alternado con momentos de euforia. Cambia radicalmente su vestimenta. La negación del pasado es diagnóstica. El paciente se aferra a la adoración de un hombre que le inspira admiración y por el abandona todos sus principios y crencias oiginales, borrando de su mente la vida anterior.
Descrito originalmente en base a la observación de un especímen, Roy Chaderton, quien manifiesta lo siguiente:

Las conquistas económicas y sociales de la Revolución Bolivariana podrían verse estancadas de ganar la oposición en las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre próximo", sostuvo este miércoles el candidato al Parlamento Latinoamericano (Parlatino) Roy Chaderton.

En caso de no tener la mayoría, las conquistas económicas y sociales estarán detenidas, porque la gente de la oposición pretende volver al pasado del neoliberalismo que tanto le costó al país”, recalcó Chaderton durante su participación este miércoles en el programa En Tres Tiempos, que transmite Vive Televisión.

En este sentido, Chaderton puntualizó que la unidad es muy importante en este proceso. “No debemos caer en grupitos que pretendan posicionarse en puestos claves del presidente Chávez. Chavizmo sin Chávez no existe”, agregó.

Destacó que la presencia y liderazgo del mandatario nacional garantiza la unidad de todas y todos los venezolanos.

Este caso estudiado en Roy es el peor de los observados clinicamente. Por ello, el nombre.